martes, 3 de noviembre de 2015

LA ENCRUCIJADA

La humanidad está en una encrucijada permanente. Es propio de la aventura humana. En el siglo IV, rodeada Hipona del ejército vándalo y ante el evidente desmoronamiento del imperio romano, San Agustín se preguntó: “¿Somos testigos de uno de los más complejos y decisivos períodos de la historia humana? ¿Es éste el periodo final de una época, o un comienzo?”

De la misma forma en el siglo XXI, ante la avalancha de posibilidades que nos rodean como nuevos vándalos, podemos también preguntarnos: “¿Estamos en un final o en un comienzo?” La revolución biotecnológica, la decadencia de nuestros valores, el auge del islamismo, la ambición desmedida junto con la no solucionada miseria social, a pesar de revoluciones y doctrinas, y  la posibilidad de convertir a nuestro planeta en un jardín o en un estiércol, nos hace recoger de nuevo la pregunta.

Y en todo esto ¿Qué papel juega la literatura? ¿Qué puedes decir al respecto?

14 comentarios:

  1. Hola Juan A. muy buena la iniciativa del Blog, aunque quizás en este momento concreto donde la vorágine del día a día es tan inmensa, no podamos disponer del ansiado tiempo que nos gustaría para poder seguirlo y participar como se merece.
    En este caso concreto no me he resistido ya que justo antes de empezar con tu ultima novela "Los sueños de Foto Donadie", hilarante historia por cierto, he leído una novela-ensayo antropológico "De animales a dioses" de Yuval Noah Harari que versa en definitiva sobre el tema planteado.
    En este caso, mi modestia opinión es que la literatura y el conocimiento en su conjunto nos tienen que enseñar que nosotros, ahora y aquí en el mundo que nos rodea no somos ni una partícula de polvo del conjunto global, la literatura nos debe liberar de ese antropocentrismo individual que padecemos.
    No me quiero despedir sin darte la gracias y felicitarte por tu ultima novela, la cual poco a poco me va cautivando en la rocambolesta historia de la venganza y las desventuras de este personaje que me atrevería a encuadrar dentro de la literatura de los absurdo.

    Muchas gracias y un saludo.

    Jesús Bravo

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    1. Gracias Jesús, muy interesante tu respuesta sobre el papel de la literatura, que hace reflexionar al colocarla en tan alto pedestal, cosa que me agrada, si lo comparo con la de un buen amigo escritor que la define como un simple ocio. Tu propuesta incluso me parece superior al idealismo de la comunista revisionista Marina Tsvetáieva, homónima de la trágica poetisa, de la novela “El abedul”, defensora de la postura de que había que convencer con las ideas, no con la amenaza del gulag, y que amaba a la literatura rusa porque era el arma que combatiría el anquilosamiento de los oficialistas del régimen.

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  2. Gracias a la literatura podemos remontarnos a las otras encrucijadas que la humanidad ha vivido. Estuve en la encrucijada que se vivió en Valladolid en la época de Carlos V ante la filtración de las corrientes protestantes con El Hereje de Miguel Delibes, sin el peligro de ser quemado; como estuve en los barrios de la ciudad de El Cairo con El callejón de los milagros de Naguib Mahfuz, y en las dudas de los británicos ante la invasión romana en Águilas y cuervos de Pauline Gedge, como en tantos momentos cruciales de la historia de la humanidad. Con ellos la literatura me ha enseñado a vivir las presentes.

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  3. Para el diccionario de la RAE, la literatura es una actividad de raíz artística que aprovecha como vía de expresión al lenguaje. También se utiliza el término para definir a un grupo de producciones literarias surgidas en el seno de un mismo país, periodo de tiempo o de un mismo género (como la literatura persa, por ejemplo) y al conjunto de materiales que giran sobre un determinado arte, oficio o una ciencia (literatura deportiva, literatura jurídica, etc.)
    Tras esto no veo ninguna conexión de la literatura con la encrucijada que la humanidad encuentra en su deambular.

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    1. Juan Antonio, eres un verdadero creativo en este mundo del recorta y pega. Si “El abedul” me gustó mucho, “Los sueños de Fito Donadie” me parece una revelación como forma desenfada de escribir y traspasar las cabezas más duras. Te felicito. Centrándome en tu pregunta sobre el papel de la literatura en los tiempos actuales, considero que debemos diferenciar la respuesta si pensamos en los lectores o si lo hacemos teniendo en el horizonte a los organismos y entidades que manejan el ritmo de los acontecimientos mundiales. Si miramos a los lectores, es obvio que la literatura supone un análisis caleidoscópico de la realidad, de la triste realidad, que puede ayudar a tomar conciencia de la infinidad de errores cometidos en todo tiempo y espacio. Si sabemos adónde vamos, con quién estamos y qué podemos encontrarnos al doblar la esquina, estamos abriendo nuestra inteligencia para intentar conseguir algo mejor, algo que nos ayude y ayude a los demás (ya sea para avanzar en los afectos, en las armonías o, simplemente, en la paz y tranquilidad que cada uno desea). Si miramos a los organismos, la pelea a manotazos es contra el viento. Los libros producen menos dividendos que la venta de armas, que los cantantes de moda o que los deportistas instalados en sus burbujas efímeras de dioses de barro, abastecedores de buenos ingresos para sus explotadores, embaucadores de tiernos corderos que pagan el canon. Sin embargo, hay que perseverar. Los libros son compendios de valores indelebles que no se pueden destruir. Recuerda que ni siquiera los bomberos de François Truffeaut, expertos quemadores de libros en “Fahrenheit 451”, pudieron terminar con ellos, merced a que los hombres-libro conservaron en sus memorias las grandes obras de la literatura mundial. Recordando al filósofo Martin Heidegger te dejo su pensamiento: “El lenguaje es la casa de la verdad del ser; en su morada habita el hombre. Los pensadores y los poetas son los guardianes de esta morada. Su vigilia es el cumplimiento de la revelación del ser”.

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    2. Sin objetar ningún punto a la definición de la RAE, añado que para mí la literatura, en ocasiones, es una ráfaga doméstica de historia, en otras un tratado casero de psicología o de psiquiatría, dependiendo de la trama, y en la mayoría de las veces un aprendizaje de andar por casa del cotidiano vivir de la gente sin importar el tiempo ni el lugar. En definitiva, una compañera de viaje muy necesaria.

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  5. Ya que en diciembre saldrá otra cuestión, no es bueno cerrar ésta sin recomendar el excelente artículo de Pedro Luis Ibáñez: "Lectores y escritores. Criterios e imposturas" en la Revista digital TheCrow-Magazine:
    http://www.thecrow-magazine.com/#!pedro-luis-ibanez/cnlr

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  6. En primer lugar, querido José Antonio, quiero felicitarte por tu nuevo blog, esperando que tengas grandes éxitos. Respecto de la áspera pregunta que nos invitas a contestar, creo que se necesitaría todo un tratado sobre el ser humano y sus circunstancias, sus avances y deformaciones a través de la historia implementadas con todo un abanico de teorías, que hiciese tener una visión amplia de las causas que nos acontecen actualmente. Dicho esto, y de modo muy conciso, creo que la historia nos muestra y demuestra un diagrama de flujo constante donde las miserias y proezas conviven, innatas, en la condición humana. Por tanto, son los movimientos sociales, empujados por la decadencia de las condiciones de vida producidas por los abusos de seres que creen que la sabiduría les pertenece y cuyo único interés es la acumulación de poder, los que dictan a los colectivos culturales las necesidades de poner tildes a dichos desmanes, como así se ha hecho a lo largo de la historia. Rafa Granizo

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    1. Amigo Rafa, de tu opinión saco una excelente conclusión: ya que por desgracia existen muchos de esos seres que creen que la sabiduría les pertenece y cuyo único interés es la acumulación de poder, da fuerza para seguir en la lucha apoyando a esos movimientos sociales con nuestra pequeña, pero grande en espíritu, aportación, tú con tu amor al teatro y yo a la novela.

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  7. Amigo José Muñiz, disculpa mi tardanza en contestarte a tus halagos literarios y con ello mi agradecimiento por tu excelente opinión, en la que haces una clara distinción entre lectores y organismos y entidades que manejan el ritmo de los acontecimientos mundiales, a los cuales ni están en mi mente ni los espero. Por lo tanto me quedo exclusivamente en mis semejantes, compañeros de viaje. Gracias por recordar el sabio pensamiento del filósofo Martin Heidegger: “El lenguaje es la casa de la verdad del ser; en su morada habita el hombre. Los pensadores y los poetas son los guardianes de esta morada. Su vigilia es el cumplimiento de la revelación del ser”.

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  8. Juan Antonio, esto es una prueba a ver si consigo publicar algo. ¿Como haces para que aparezca tu nombre en la cabecera de texto? Me aparece una ventana donde debo seleccionar Comentar como: Anónimo, etc, etc, pero no se que opción elegir para que aparezca mi nombre.

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  9. Yo tampoco se muy bien cual es el papel de la literatura en el devenir de la humanidad. Entiendo que la literatura es la utilización artística del lenguaje para expresar ideas o sentimientos o valores o todos ellos juntos. Si se trata de ideas, ¿qué ideas?; ¿Nuestra subjetiva visión del mundo? o por el contrario, si tratamos de transmitir objetividad, si es que ello es posible, ¿no da cuenta de ello la filosofía?. Los sentimientos y los valores tienen mucho que ver con el periodo histórico escogido ya que estos cambian prácticamente con cada generación. Lo que si veo que permanece casi inalterable son las pasiones humanas que siguen, con mínimas variaciones, inalterables desde los autores griegos hasta nuestros días pasando por Shakespeare y Cervantes. Quizá, y esto se me esta ocurriendo sobre la marcha, el papel de la literatura sea escenificar con un lenguaje actual y comprensible para nosotros, la inamovible encrucijada humana que, si uno observa la historia y compara periodos, el fondo de los principales acontecimientos es siempre el mismo puestos en distintos escenarios. Con relación a la encrucijada humana y en concreto con la pobreza, debo decir un par de ideas. La primera es que nunca la humanidad, a pesar de lo mucho que falta por hacer, ha disfrutado de mayor estado de bienestar y justicia que en la actualidad según los estudios sociológicos y la opinión de los historiadores. La segunda es que, hace unos meses, leí la opinión de un sociobiólogo, creo que se llamaba Wilson, según el cual si hubiera la posibilidad de pulsar un botón y poner a cero el mundo en lo que a igualdad se refiere, en un periodo no superior a setenta años, el mundo tendría un grado de desigualdad social semejante al actual. No recuerdo bien los detalles de la argumentación, pero a grandes rasgos los motivos de la nueva desigualdad radicaban en el alto porcentaje de decisiones erróneas que todos tomamos a lo largo de nuestra vida. Los más reflexivos y los menos impetuosos son los que toman el menor número de decisiones erróneas y por tanto los más capaces de prosperar. Creo que la literatura, además de distraernos, debe tender a que hagamos una continua introspección que nos lleve a encontrar lo mejor de nosotros y ponerlo al servicio de la humanidad. Sinceramente pienso que ésta es una contribución muchísimo más importante y trascendente para el desarrollo de la humanidad que la que pueda hacer la política en nuestras vidas. Soy Javier Millas.

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    1. No sé por qué leyendo tu docto y bien llevado comentario me vino a la memoria tu nombre, posiblemente sea por seguir tus pautas en Facebook. Sea como sea, me ha encantado. Poco puedo añadir a lo escrito, en todo caso complementar algunos puntos, ya que en su generalidad coincidimos plenamente. Es verdad que los sentimientos y pasiones son los mismos llevemos toga romana o traje de Emilio Tucci, como es verdad que los valores se mueven al ritmo de la historia y de la situación sociocultural, bien lo vemos diariamente si llevamos a la cabeza turbante, la famosa rasta o vamos repeinado, aunque hay valores inalterables como es la bondad, que expongo en la novela El abedul: “Scharapov no creía en el bien. Por el bien se han hecho, se hacen y se harán barbaridades. Él solo creía en la bondad. Era un sincero seguidor del filósofo Nikolai Berdiáiev, a quien leyó en su temprana juventud.” A propósito ¿la has leído?
      Termino con tu frase, que me ha entusiasmado: “Creo que la literatura, además de distraernos, debe tender a que hagamos una continua introspección que nos lleve a encontrar lo mejor de nosotros y ponerlo al servicio de la humanidad.” Eso es lo que intento. Un abrazo.

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